He de confesar que las noticias que aparecen últimamente sobre el Consorcio Militar de Menorca y en referencia a La Mola me producen cierta satisfacción morbosa cuando veo o leo que nuestros gestores han perdido el miedo a los uniformes; aunque algo tarde.
Después de las declaraciones del conseller de Cultura y, ahora, las emitidas desde el Govern Balear con motivo del veto al acto de homenaje a Salvador Seguí, me satisface que hayan despertado o es, quizás, que se acercan elecciones.
Pero, de nuevo me sorprendo cuando veo o leo que se prohibirá la megafonía en una carrera de obstáculos a celebrar allí para no molestar a las aves.
El redactor se está refiriendo a la pardela balear (virot o baldritxa) en serio peligro de extinción y protegida por normativa europea al mismo nivel que el ínclito lince ibérico.
Ya he dicho que se acercan elecciones y hay que disfrazarse de ecologista; que eso da votos.
Desde 2005 en que el Consorcio cedió los servicios de vigilancia, visitas guiadas y ‘otros’, se vienen celebrando en el Hornabeque y otros lugares, a priori, prohibidos en el pliego de condiciones, fiestas y eventos en los que se ha llegado a lanzar un castillo de fuegos artificiales sin problema alguno. Esos fuegos fueron lanzados a escasos 300m de las cuevas de anidamiento de esa ‘ave’ a la que ahora no se quiere molestar. Las bodas siguen y en esos actos no es que reine el silencio. Casi 15 años que da para que las pardelas desaparezcan de unos acantilados en los que llevan millones.
Por otra parte, en la isla de Lazareto se organizó y se prevé seguir organizando un festival de música del que, si seguimos el precepto de la carrera de obstáculos, será sin sonido; está por ver cómo lo hacen.
La pardela anida a menos de 1Km. de donde se montan los saraos con cenas no aptas para los ciudadanos que, hoy en día, hemos de rebajar la compra en Mercadona. Claro que, entre todos hemos pagado lo que costó el traspaso Sanidad-Govern Balear y los millones invertidos en restauración por parte del CIMe.
Lo más curioso es que se organiza desde la dirección insular de Proyectos Sostenibles.
Para la pardela esto es una broma de mal gusto.
O vamos a por setas, o vamos a por Rolex.